«El Señor nos vuelve a conceder este año -recuerda el Papa en su mensaje para la Cuaresma– un tiempo propicio para prepararnos a celebrar con el corazón renovado el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de la vida cristiana personal y comunitaria. Debemos volver continuamente a este Misterio, con la mente y con el corazón. De hecho, este Misterio no deja de crecer en nosotros en la medida en que nos dejamos involucrar por su dinamismo espiritual y lo abrazamos, respondiendo de modo libre y generoso.»

Cuaresma: de la ceniza a la vida
Por Luis García Gutiérrez,
Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia
¿Qué es la cuaresma?
Es el tiempo litúrgico que marca la Iglesia para prepararnos para la fiesta de la Pascua. Es un tiempo para la renovación de las promesas bautismales en Pascua de Resurrección mediante la oración, la limosna y el ayuno. Es un tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de conversión.
¿Cuándo empieza y cuándo acaba la Cuaresma?
La Cuaresma comienza el miércoles de ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo.
¿Por qué 40 días?
Los evangelios hablan de un tiempo de soledad de Jesús en el desierto inmediatamente después de su bautismo por Juan: «Impulsado por el Espíritu» al desierto, Jesús permanece allí sin comer durante cuarenta días; vive entre los animales y los ángeles le servían (cf. Mc1, 12-13). Al final de este tiempo, Satanás le tienta tres veces tratando de poner a prueba su actitud filial hacia Dios. Jesús rechaza estos ataques que recapitulan las tentaciones de Adán en el Paraíso y las de Israel en el desierto, y el diablo se aleja de él «hasta el tiempo determinado» (Lc 4, 13). CEC. 538
También fueron 40 los años que el Pueblo de Israel estuvo por el desierto hacía la Tierra Prometida (Libro del Éxodo)