A pocos días de concluir el Estado de Alarma, nace Una Iglesia, 10 historias, una iniciativa de la CEE, COPE, TRECE y Ecclesia que busca poner de manifiesto la respuesta conjunta que la Iglesia ha dado en medio de las dificultades del coronavirus a través de diez historias. concretas.
Una de ellas es la de Nubar Hamparzoumian SJ y Daniel Cuesta SJ, los primeros jesuitas que respondieron a la petición de sacerdotes y diáconos ante la situación en hospitales, cementerios y crematorios durante el confinamiento. De hecho, ofrecieron responsos por los fallecidos en el cementerio de la Almudena y acompañaron a familiares.
La Archidiócesis de Madrid pidió a Hamparzoumian hacer un servicio de acompañamiento en el duelo con estos responsos. «Fueron días de ayudar a los que están ahí durante todo el año… porque estaban desbordados. Los responsos estaban siendo de 5 o 7 minutos y eso no era digno. La idea era echar una mano para que el último momento de despedida de estas personas que estaban muriendo, en gran parte por el virus, tuvieran una despedida digna», contaba Nubar.
Hamparzoumian ha destacado también su experiencia a nivel personal: «Es muy bonito confirmar la vocación de estar donde la gente lo necesita, donde sufre, donde necesitan una palabra de esperanza y espiritual. Ha sido bonito estar donde ha habido necesidad, representando a la Iglesia. Pero la verdad es que llegaba a casa muy cansado, he rezado mucho por estas personas, con sus nombres y apellidos… y es duro»
Esta es la experiencia del acompañamiento en el duelo de este jesuita. La Iglesia ha estado dónde la gente lo necesita.