
Cuarta misa de la semana en la Casa de Santa Marta. En la jornada de hoy, el Papa ha recordado a los farmacéuticos:
«En estos días me han regañado porque olvidé agradecer a un grupo de personas que también trabajan… Le agradecí a los médicos, enfermeras, los voluntarios … «Pero usted se olvidó de los farmacéuticos»: ellos también trabajan duro para ayudar a los enfermos a salir de la enfermedad. También rezamos por ellos«.
En su Homilía, Francisco ha comentado el Evangelio de hoy (Lc 24, 35-48) en el que Jesús resucitado se aparece a los discípulos, conmocionado y lleno de miedo porque creyeron haber visto un fantasma y abre sus mentes para comprender las Escrituras. Estar lleno de alegría – ha destacado el Papa – es la más alta experiencia de consuelo. Es la plenitud de la presencia del Señor, es el fruto del Espíritu Santo, es una gracia. El Pontífice ha citado la exhortación apostólica de Pablo VI «Evangelii nuntiandi» que habla de los evangelizadores alegres. «La gran fortaleza que tenemos para predicar el Evangelio y avanzar como testigos de la vida es la alegría del Señor, que es fruto del Espíritu Santo», ha concluido.
Las misas celebradas por el papa Francisco en la Casa Santa Marta han comenzado a ser emitidas en directo desde que comenzó la crisis del coronavirus. Desde el mes pasado, son transmitidas a través del player de Vatican News en Youtube y son distribuidas por Vatican Media. Además, este enlace también está disponible en la web y Facebook de la Conferencia Episcopal Española.
De esta manera, el Papa ha querido mostrar su proximidad con las personas afectadas por el coronavirus. Las misas se celebrarán de lunes a sábado a las 7 de la mañana y durante su celebración no podrá haber presencia de fieles. Además, desde el mes de marzo, se reza el Ángelus y el Santo Rosario vía streaming para acompañar a todas las personas que permanecen en sus casas.