Tras la publicación de la encíclica «Rerum Novarum» que agitó fuertemente las conciencias de los cristianos hacia el compromiso de llevar la Luz del Evangelio a las relaciones del orden temporal, la Iglesia no ha cesado en la tarea para la que tanto la jerarquía como el laicado, se sienten interpelados.
Desde los orígenes más remotos, pero muy especialmente desde aquel año 1891 en que viera la luz la carta encíclica de S.S. León XIII, la Iglesia ha ido construyendo un importante cuerpo de doctrina, iluminando a los católicos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, con criterios morales de aplicación a las Cosas Nuevas con las que nos encontramos en cada momento histórico en el quehacer social, como miembros de la gran familia humana atenta a los deseos del Padre común.
Así pues, con el objetivo de difusión de la Doctrina Social emanada del seno de la Iglesia, textos pontificios, doctrina de los santos padres, documentos de los episcopados a través de sus órganos colegiados, etc. nacieron las Semanas Sociales de España en el año 1906, asumiendo la metodología de «Cátedra ambulante de la doctrina social de la Iglesia».
Desde entonces, e integradas hoy como un servicio de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, las Semanas Sociales han desarrollado afanosamente su tarea, sin interrupción consciente, si bien experimentando las alteraciones lógicas en su periodicidad, como consecuencia del advenimiento de hechos que no podían menos que dejar su huella en el discurrir de sus celebraciones.
Convocadas en cada ocasión por la Junta Nacional, se han celebrado ya treinta y ocho manifestaciones sobre los temas más diversos, coincidentes en cada momento con lo que constituye la preocupación por las Cosas Nuevas que interpelan a la sociedad y en las que la voz de la Iglesia supone la iluminación ante los hombres en su compromiso por el bien común.
En la Guía de la Iglesia Católica en España de 1991 se puede ver la relación de todas ellas.
Tras aquella publicación se han celebrado las de Córdoba en 1992 «Dimensión social de la empresa a la luz de la Doctrina de la Iglesia», la de Jaén en 1994 «El campo español ante la Comunidad Económica Europea», y la de Valencia en 1998, cuyo tema fue «El desafío de la juventud».
Las Semanas Sociales de España se rigen por sus Estatutos que fueron aprobados por la XXVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal (del 27 de febrero al 3 de marzo de 1978; fol. Actas 105). Los nuevos Estatutos se aprobaron por la XLII Asamblea Plenaria (del 24 al 29 de junio de 1985; Fol. Actas 140) modificándose en la Plenaria de noviembre de 1995 como Asociación Nacional de las Semanas Sociales de España.
Recientemente, se denota el resurgir de las Semanas Sociales en determinados países que por razones diversas las habían abandonado. Así, se han recuperado en Europa las Semanas Sociales italianas y las francesas, y se ha iniciado la experiencia de unas Semanas Sociales Europeas, de las que se ha celebrado una primera manifestación, y está pronta a producirse una segunda realización en el presente año 2000.
Habría que añadir al entorno europeo, la abundancia y riqueza de las que se producen en el continente americano y, muy especialmente, en toda Iberoamérica. Con ello, las Semanas Sociales seguirán siendo acreedoras a la consideración que merecieron por parte de S.S. Pío XI, cuando en la Encíclica «Quadragesimo Anno», afirma. «De este modo, mostrando el camino y llevando la luz que trajo la encíclica de León XIII, surgió una verdadera doctrina social de la Iglesia, que esos eruditos varones, a los cuales hemos dado el nombre de cooperadores de la Iglesia, fomentan y enriquecen de día en día con inagotable esfuerzo, y no la ocultan ciertamente en las reuniones cultas, sino que la sacan a la luz del sol y a la calle, como claramente lo demuestran …las reuniones o «semanas sociales», tan numerosas y colmadas de los mejores frutos …».