
Pedro López Torres es miembro del grupo de liturgia parroquial de Santiago Apóstol, Ciudad Real
“Vivimos, celebramos nuestra fe juntos. Somos una comunidad que camina junta. Ahora en clave sinodal que nos convoca a la comunión, participación y misión”. Lo dice Pedro López Torres desde su parroquia de Santiago Apóstol, en el centro de Ciudad Real, que debe conocer bien. Porque él es uno de los miembrosdel grupo de liturgia del que se ayuda los párrocos para preparar, animar y revisar las ceremonias religiosas, particularmente la celebración de los sacramentos, con el objetivo de que su vivencia sea más profunda y enriquecedora.
“La celebración litúrgica no tiene que ser solamente activa, sino a la vez intensa e interna”, apunta Pedro, que ayuda como acólito en la parroquia, y que añade de seguido: “como decía San Juan Pablo II,la celebración litúrgica tiene que ser una experiencia espiritual”.
Contribuir a que los fieles de la parroquia puedan vivir plenamente su fe, el encuentro con Jesús, tanto íntima como comunitariamente, sobre todo durante la eucaristía, es la mayor de las satisfacciones para un grupo de liturgia, que lleva inserto en el adn su marcado espíritu de servicio.
“Como se nos refiere en el Evangelio de las hermanas de Lázaro, María y Marta, nosotros somos más la versión de Marta; estamos ocupados en ayudar, servir, acompañar”, detalla Pedro. Y ahora que es padre de dos hijos recuerda como ya de niño hizo de monaguillo, y que conforme fue creciendo aumentó su interés por la liturgia y decidió formarse para ofrecer un servicio más a la comunidad parroquial.
Esta disposición del grupo de liturgia a enriquecer las celebraciones religiosas la valoran y reconocen los fieles de Santiago Apóstol cuando asisten, por ejemplo, a cómo se preparan las vigilias de oración, las celebraciones penitenciales, el cuidado de la liturgia en fiestas señaladas y, particularmente, durante las eucaristías dominicales.
¿Cuántas personas formáis parte del grupo de liturgia de la parroquia?
La parroquia de Santiago Apóstol es una comunidad eclesial donde personas con ilusión, generosidad e interés quieren participar en la celebración litúrgica de la parroquia. Porque la liturgia no es algo solamente de los sacerdotes, sino de todos los fieles que vivimos y celebramos la eucaristía, anunciando la alegría del Señor Resucitado.
El grupo de liturgia, al que acompañan y dirigen los sacerdotes de la parroquia Rafael y Antonio, lo componemos algo más de veinte. Hay catequistas, religiosas y gente del equipo de Cáritas, que cuenta luego con la colaboración de algunas personas más.
En la demarcación de la parroquia hay cuatro colegios, uno de ellos concertado, así que disponemos de un grupo de monaguillos. Son niños y niñas de edades comprendidas de 8 y 12 años, que asisten más a la misa que se celebra para los más pequeños los domingos. Se conoce como la Misa de familias y tiene lugar al mediodía. Giran en torno a unos diez, que son los que disfrutan y asisten al Día del Monaguillo que se celebra en esta diócesis.
Contamos también en la parroquia con un grupo de adultos compuesto por cinco acólitos, que ayudan al sacerdote en el altar, que participan en las grandes celebraciones, sobre todo como las que se viven en Semana Santa y Navidad.
¿Se requiere algún tipo de preparación para ser uno de sus miembros?
El grupo de liturgia se inserta plenamente en la vida parroquial, en su vida celebrativa. Por tanto, para desempeñar esta labor, entender y valorar este servicio, es conveniente una formación. Para este fin existen cursos de preparación litúrgica.
Sin duda, es necesario saber qué cánticos o qué lecturas son apropiadas en cada momento de una ceremonia, por ejemplo. Es recomendable recibir una formación bíblica, para de este modo conocer qué es lo que nos quiere decir Dios en cada momento. Así, en las reuniones del grupo de liturgia el sacerdote nos explica las lecturas para poder discernir y trasladarlas al día a día. Tanto los acólitos como los monaguillos se forman para saber cuál es su cometido dentro de las celebraciones.
¿Están muy presentes los cantos como recurso para las celebraciones litúrgicas?
Así es. Fundamentalmente en los tiempos litúrgicos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Semana Santa, el grupo de liturgia dispone de ciertas personas que se ocupan de los coros parroquiales.
Ahora mismo contamos con un coro para la Misa de las familias. Lo componen unos 20 niños y niñas a los que acompañan también otros tantos adultos, llegando a ser un grupo de entre 40 o 50 voces.
Además hay otro coro integrado por unas veinte personas mayores, que cobran gran protagonismo durante las celebraciones correspondientes a los tiempos litúrgicos fuertes de la Iglesia.
¿La presencia del grupo de liturgia va más allá de la celebración de la Eucaristía?
El equipo de liturgia se ocupa de atender el altar, pendientes de los utensilios que se van a usar en las celebraciones, para que toda la ceremonia se pueda vivir dignamente.
Pero el grupo no se dedica solo a preparar y proclamar después las lecturas, centrados únicamente en la liturgia de la eucaristía. También sus miembros están presentes en el rezo de Laudes, asisten a la Hora Santa y participan en los Vía Crucis. Luego, en celebraciones tan señaladas como, por ejemplo, el Triduo Pascual, lostres días más importantes de la liturgia cristiana, ayudan a los sacerdotes de la parroquia en todos los rezos y celebraciones.
Una cosa más, siendo nuestra parroquia una comunidad de fieles que vive y celebra junta, con bastantes personas mayores, los ministros extraordinarios de la comunión visitan a los enfermos para llevarles la eucaristía a su casa por no poder asistir al templo. Esta circunstancia se aprovecha para entregarles la Hoja dominical de la diócesis “Con vosotros”.
¿Colaboráis también en las actividades de otros grupos parroquiales?
Así es. En nuestra comunidad parroquial todos los ámbitos eclesiales están presentes. Me refiero ahora a las Hermandades y Cofradías. Las Hermandades del Santísimo Cristo de la Caridad, de la Santa Cena, del Ecce Homo y de la Virgen Dolorosa de Santiago, por ejemplo, participan plenamente de la actividad litúrgica de la parroquia. Las Hermandades celebran sus propios actos como los septenarios, triduos o vía crucis. Y, por supuesto, sus procesiones con las que hacen su catequesis en la calle anunciando la misión, a Cristo, su Resurrección.
6/05/2022