
Palabras del secretario general, Mons. Luis Argüello, sobre algunas cuestiones de actualidad en la rueda de prensa final de la Comisión Permanente, que se ha celebrado en Madrid los días 29 y 30 de septiembre de 2020.
La situación que vivimos es muy preocupante. La pandemia y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas nos preocupan a todos.
Constantemente se nos convoca por responsables políticos y sociales a la unidad y sin embargo son lanzadas al camino muchas piedras de división.
Es momento de apelar a la responsabilidad de todos los ciudadanos. En los pequeños gestos de cuidado mutuo para contribuir a detener la expansión del coronavirus y en salir al paso de cualquier estrategia de enfrentamiento. Por ello son de agradecer los esfuerzos por el diálogo y el acuerdo, por ejemplo de empresarios y trabajadores o en la Unión Europea. Es momento de pedir con fuerza a los responsables políticos que encabecen con propuestas concretas y su propio testimonio de escucha, dialogo y acuerdo, esta senda de colaboración ciudadana.
Para la Iglesia la situación es difícil, quiere ser signo e instrumento de reconciliación, pero observa las tensiones ideológicas en su propio interior. Tampoco puede mirar hacia otro lado cuando se ponen en juego en la plaza pública la dignidad de la vida humana o la libertad de enseñanza; la suerte de temporeros o migrantes, la situación de las residencias de mayores y de las familias más afectadas por la crisis.
Nos parece grave, sobre todo en la actual situación que reclama unidad, que se quiera hacer una enmienda a la totalidad a la transición democrática especialmente en lo que tuvo de concordia, reconciliación y mirada hacia delante.
Por ello hacemos un llamamiento al pueblo católico y a todos los ciudadanos que quieren escucharnos a ejercer la responsabilidad cívica y el cuidado mutuo con el espíritu de generosidad, concordia y amistad civil que brotan de la fraternidad que profesamos al invocar a un Padre común.
1/10/2020