
El Ministerio de Turismo de Israel ha invitado a los representantes de las distintas tradiciones religiosas presentes en España a unirse a la iniciativa «Plegarias de Esperanza desde España». Este encuentro ha consistido en enviar una oración para ser colocada en el Muro de las Lamentaciones (Kotel) de Jerusalén, pidiendo a Dios por el fin de la pandemia y por todos aquellos que están sufriendo sus consecuencias.

Tradiciones religiosas presentes en Jerusalén
Hinduistas, judíos, musulmanes y cristianos ortodoxos, evangélicos y católicos, se han unido a esta iniciativa. El miércoles 10 de marzo, a las 11 de la mañana todas estas plegarias han sido recitadas por distintos representantes religiosos en el Muro. El P. Rafic Nahra, Vicario del Patriarcado de Jerusalén para los católicos de habla hebrea, ha colocado la oración que se envió por parte de Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que siempre escuchas las súplicas de tus hijos, mira a los que esperamos de tu gran misericordia vernos libres del sufrimiento con el que esta dura pandemia que padecemos nos cerca.
Sabemos que Tú, Señor, no quieres que tus hijos suframos, pero nos pides que sepamos afrontar en libertad el dolor y la muerte que nos acechan. Han muerto tantas personas acosadas por esta enfermedad infecciosa que nos sentimos desolados por el sufrimiento de familiares y amigos.
Todos ellos han perdido a sus seres queridos: esposos separados por la muerte en la madurez de la vida y miles de ancianos que han muerto sin el consuelo de sus hijos. Jóvenes que no esperaban sucumbir a la fragilidad humana, pero han enfermado y también han muerto.
Tú conoces a cada uno de los millones de personas en todo el mundo que han sido víctimas de la enfermedad, Tú, Señor, que penetras los pensamientos y sentimientos de todos, sabes cuáles han sido los sufrimientos y las heridas que van quedado en sus cuerpos y en sus almas.
No te acuerdes de nuestros pecados. Mira que nos confesamos culpables de no haber seguido tus mandamientos. No hemos cuidado la creación de este hermoso planeta en el que plantaste como en jardín a los hombres y sometiste a su servicio animales y plantas. Hemos quebrado la fraternidad, a la que da razón y fundamento tu amorosa condición de Padre; y hemos arruinado la convivencia entre los que son hermanos.
Sabemos que nada podemos hacer por nuestra salvación, si sólo contamos con nuestras fuerzas; pero confiamos en tu infinita misericordia, que nos has manifestado en tu Hijo amado Jesucristo, nuestro Señor, que quiso cargar por nuestro amor con las culpas de la humanidad pecadora. Él se entregó a la muerte para que nosotros tuviéramos vida. Danos tu Espíritu Santo y cura por su acción suave y benéfica nuestras enfermedades físicas y espirituales, y danos un corazón nuevo.
Sálvanos, Señor, por tu misericordia revelada en el sacrificio de tu Hijo; y aleja de la humanidad el flagelo de la pandemia que asola nuestra vida. Libres de la enfermedad, podremos, Señor, bendecirte y alabar tu santo nombre durante los días de nuestra vida.
A ti la gloria por siempre. Amén.
11/03/21