
Iker Catalán y Ana Serrano, alumnos de 15 años del colegio Santa Cruz, subrayan el compromiso del centro por un mundo mejor
Compromiso, entrega, generosidad, compañerismo, alegría son algunos de los valores que destacan Iker Catalán y Ana Serrano, alumnos de 15 años, que cursan 4º de la ESO en el colegio diocesano de Sigüenza-Guadalajara, situado en la capital alcarreña.
Ellos son un ejemplo entre los más de 110.000 alumnos que van a clase en los más de 300 colegios diocesanos que mantiene la Iglesia en España. Estos colegios forman parte de los cerca de 2.500 centros católicos concertados que existen en nuestro país de diferentes congregaciones religiosas. Todos ellos ofrecen una enseñanza de calidad y al mismo tiempo un sistema de valores y creencias que los padres eligen libremente para la educación de sus hijos. Casi 2 millones de alumnos estudian en centros con un ideario cristiano.
¿Qué os aporta el colegio diocesano en tu día a día?
Ana: el colegio diocesano Santa Cruz no solo me aporta conocimientos para mi formación, sino que también me aporta valores para ser mejor persona y ser ciudadanos comprometidos con la sociedad.
Iker: hay un ambiente y una atmósfera muy cercana y familiar, tanto a nivel de compañerismo como las relaciones que existen entre los alumnos y los profesores. Desde que entramos nos sentimos acompañados.
¿Qué actividades desarrolláis que os llenan como personas?
Ana: desde la pastoral del colegio se realizan campañas y actividades de índole social, trabajando los valores como son la generosidad, el compromiso, el respeto, la entrega, el cuidado… guiándonos hacia un mundo más justo.
Iker: desde que entramos nos sentimos acompañados. Me encanta el compromiso del centro con la naturaleza, respetando el medio ambiente y participando en programas de concienciación, con el fin de hacer de nuestro planeta un lugar mejor en donde poder disfrutar de la gran obra de Dios.
Desde pequeños estudiáis en este centro, ¿Cómo valoráis vuestra formación y a vuestros profesores? ¿Creéis que os servirá para el futuro?
Ana: para mí el colegio me acerca más a Dios y a la Iglesia, ya que trata temas del ámbito religioso que en otros centros no se estudian y considero que son muy importantes, ayudándome a crecer más como persona.
Iker: pienso que nuestros problemas, nuestras dificultades, nuestras alegrías no pasan desapercibidos para los profesores. No puedo más que agradecer todo lo que el colegio ha hecho y sigue haciendo por mí, por nosotros y seguirá haciendo en futuras generaciones. La huella que está dejando en mí es imborrable y siempre estará presente.
4/04/2022