
Óscar Rincón es trabajador de la residencia de mayores Nuestra Señora de la Consolación en Sevilla desde hace más de diez años. En este tiempo ha conocido a muchas personas con un largo caminar en la vida, con muchas experiencias.
Todas ellas le han enseñado que lo esencial en la vida es dar y recibir amor. Vivir cada día con alegría y esperanza cristianas. «En este tramo final, somos su familia», subraya.
Óscar nos cuenta que consolar a los mayores es «acompañar y cuidar». Pero siempre ese acompañamiento debe realizarse desde la alegría. Desde la sonrisa. Y se pregunta: «¿ Por qué acompañamos y cuidamos desde esa alegría, desde esa sonrisa? Porque como nos dice el papa Francisco: con Jesús la alegría está en casa».
«Como cristianos tenemos que dar testimonio con hechos
del mensaje de Jesús, no solo de palabra».
«Debemos ser testimonio de la esperanza cristiana»
Por ello, afirma que para él el acompañamiento a los mayores significa dar testimonio con nuestra forma de ser y con nuestra forma de hacer. «Como cristiano tenemos que mostrar la alegría, la esperanza que supone el mensaje de Jesús. ¿Qué mayor felicidad que amarnos los unos a los otros?», explica.
En su caso particular, destaca que la residencia donde trabaja siempre se ha caracterizado, precisamente, por su alegría, «porque aquí todos somos una gran familia, donde hemos vivido numerosas situaciones. Que en una residencia de ancianos se viven momentos muy duros es verdad, pero creedme que ganan por goleada los momentos compartidos de risa y de alegría, los momentos de satisfacción con las personas mayores».
#Hazmemoria

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