
“El Amor es el lenguaje que más nos une”. Son las palabras del papa Francisco al Consejo General de Cáritas Española al que recibió ayer, lunes 5 de septiembre, en audiencia, con motivo del 75 aniversario de la fundación de esta ONG de la Iglesia Católica en España.
El Santo Padre, en su mensaje de felicitación, reflexionó sobre los principales retos que se ha planteado la institución en estos tres cuartos de siglo: “trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos”, “realizar acciones significativas” y “ser cauce de la acción de la comunidad eclesial”.
En nuestros días, la acción de Cáritas se hace posible con la participación de 81.182 voluntarios y 5.324 trabajadores remunerados, que han desarrollado su actividad a través de los 5.402 centros y servicios.
A través de estos voluntarios y de todos los que hacen posible la acción caritativa de la Iglesia, lo que ha sido anunciado y celebrado se derrama en la vida de la Iglesia a todas las personas y, de manera especial, a todos los necesitados en lo que se llama la caridad, reflejo y expresión del amor de Dios.
Gelen, Laura y Juan son tres ejemplos de esos 81.182 voluntarios y 5.324 trabajadores remunerados de Cáritas. Los tres, en estos tiempos difíciles, han hecho explícito el rasgo esencial del amor al prójimo. Gelen López es voluntaria de Cáritas en la parroquia Nuestra Señora de la Fuensanta, pedanía de Patiño, en Murcia. La psicóloga Laura Guerra colabora con Cáritas diocesana de Coria-Cáceres. Juan Rognoni, director de Cáritas diocesana de Tenerife.
Emilio José Mellado es beneficiario de Cáritas diocesana de Osma-Soria.

Gelen López
Que los retos pueden afrontarse como una oportunidad, lo conoce bien Gelen López. Ya era voluntaria de Cáritas parroquial en Nuestra Señor de la Fonsanta, pero la propuesta de llegar hasta a las afueras de Murcia en Patiño, y acompañar a las familias de los asentamientos, ayudando a sus necesidades y procurando mejorar sus condiciones de vida la descolocó. Ahora, superando sus prejuicios, reconoce como esa entrega al prójimo siendo “madre, hermana o amiga” es lo que tiene que vivir y quiere hacer con ellos.
Como Gelen, hay más de 80.000 voluntarios con los que cuenta Cáritas para su acción caritativa y social, una labor a la que esta institución de la Iglesia lleva empleándose 75 años de vida, los que conmemora en este año 2022.
“He aprendido a respetar, el amor incondicional. Ellos me han aportado algo de lo que yo carecía”
Laura Guerra
De historias de superación también sabe Laura Guerra, psicóloga del Centro Vida en la diócesis de Coria-Cáceres. La falta de ingresos, las adversidades familiares, las adicciones a las drogas y otras conducta adictivas, las enfermedades físicas y psíquicas dejan al descubierto, más si cabe durante la pandemia, el serio problema de la salud mental. Reconstruir la vida de las personas que en esas circunstancias padecen además ansiedad y depresión puede ser menos complicado desde la fe, que propicia un estado de salud más alejado del gran problema de la soledad de las personas.
“La fe propicia un estado de salud mucho más óptimo. Sirve como fuerza y motor para afrontar situaciones difíciles”
Juan Rognoni
Y no dejar solo a quien inesperadamente se queda sin nada de lo que en su vida ha conseguido con su trabajo, porque una lengua de lava sepulta su casa y arrasa con su trabajo, es en lo que se ocupa con urgencia la diócesis de Tenerife en la isla de La Palma. La campaña de apoyo con la población damnificada por la erupción del volcán Cumbre Vieja testimonia que ayudar a quien está cerca siempre es posible. Ese amor al prójimo consiste ahora en acompañar a quienes lo han perdido todo para que puedan retomar las riendas de su vida, como apunta Juan Rognoni, director de Cáritas Diocesana de Tenerife.
“Desde el primer momento atendimos a la emergencia de La Palma. A eso se suman otras mil necesidades”
Emilio José Mellado
También Emilio José Mellado ha encontrado por fin su lugar. Será en Soria, lejos de sus orígenes, a más de setecientos kilómetros de un barrio conflictivo que le atrapó y le condenó al trapicheo y la marginalidad. Continúa siendo de momento un hombre solo y sin recursos, pero ahora se siente capaz de adentrarse en un futuro donde tener un trabajo y tener un hogar. Y se lo agradece a Cáritas diocesana de Osma-Soria, que lo prepara para aprender un oficio y refuerza además su confianza en sí mismo.
Emilio es uno de los más de cuatro millones de beneficiarios de la labor caritativa y asistencial de la Iglesia. Para su atención y acogida, cuentan con 9.222 centros asistenciales que mantiene abiertos por todas las diócesis españolas.
“Estoy súper agradecido a Cáritas. Me siento acogido. Tengo apoyo, no me falta de nada”
06/09/2022