Navidad
La misa del gallo
24 de diciembre a medianoche:
la misa del gallo
Cuando en liturgia hablamos de “formulario” se refiere al conjunto de las oraciones y de las lecturas que se utilizan en una determinada celebración. La Navidad tiene una característica peculiar: tiene cuatro formularios distintos. Por orden cronológico, son el de la misa de la vigilia, que se utiliza en la tarde del 24 de diciembre, con la que “oficialmente” comienza el tiempo de Navidad; la misa de la medianoche, llamada popularmente “misa del gallo”; la de la aurora, que se celebraría al amanecer, y la del día, celebrada durante todo el día 25.
La misa de medianoche o misa “del gallo” es sin duda la más popular y entrañable de las cuatro. Recibe este peculiar nombre porque se celebra a medianoche, con el canto nocturno del gallo. Está vinculada a la reliquia del pesebre que se conserva en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, y su origen es antiquísimo, remontándose probablemente al papa Sixto III en el s. V.
La lectura del evangelio de esta misa es Lc 2, 1-14, el pasaje que narra de forma más plástica el nacimiento en Belén del Hijo de Dios y el anuncio a los pastores, que, junto con la narración de Mateo, han inspirado la representaciones de los belenes.
Celebrándose íntegramente de noche, y siendo la Navidad la segunda celebración en importancia en el año litúrgico, es inevitable pensar en el paralelismo entre la Vigilia Pascual en la noche santa y esta celebración en la que ha resplandecido, como nos recuerda la oración colecta “el resplandor de la luz verdadera”.
Por eso se ha introducido la costumbre –en la misa celebrada por el papa en el Vaticano y también en muchísimos lugares– de cantar o leer, a modo de pregón de Navidad, el texto del Martirologio para el día de Navidad, llamado la “Kalenda”, por su primera palabra en latín, que va recorriendo toda la historia desde la creación del mundo hasta ese momento, en la plenitud de los tiempos, en el que la Palabra puso su morada entre nosotros.
Finalmente, otro detalle muy importante, tanto en la misa “del gallo” como en todos los formularios de Navidad, es la palabra “hoy” –hodie, en latín–, que subrayan que nuestra celebración es un memorial, un acontecimiento vivo y actual, y no un mero recuerdo del pasado.
Por Ramón Navarro,
Director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Liturgia.